LLEGADA A JAPÓN.
Uno de los encuentros más curiosos en Rusia fue con Iván, descendiente de familia cosaca, una gente brava y aventurera con la que no pudo acabar el régimen soviético. Iván añadió al manillar de mi bicicleta una medalla cosaca para que no le olvidara. De ese manillar cuelgan amuletos y recuerdos que me regalan amigos del viaje, como Iván, aunque la mayoría no duran mucho pues yo los regalo a su vez, y en ocasiones me los quitan. Sin embargo hay alguna excepción, como la maltrecha bruja Maripili que ya sin escoba, tuerta y coja, ha sobrevivido a este último duro año para ver Japón.
Pero el recuerdo más veterano es una moneda de cinco yen, símbolo japonés para reflejar una amistad sin barreras, que milagrosamente ha viajado desde Cape Town hasta aquí. Kim me la regaló deseándome suerte, allá por abril del 2007, y yo lo dije bromeando, 'te la devuelvo en Japón'. Lo que no podía imaginar es que aquí viviría la terrible experiencia de un terremoto de 9 puntos en la escala Ritcher...
Ya en el ferry, rumbo al país del sol naciente, miro mi bici, el manillar y la moneda de Kim. Es diciembre de 2010, la vida a veces permite que ocurran cosas bonitas.
Si te gustan estos relatos, unviajedecuento tiene a tu disposición dos libros, África y Asia. El tercero, sobre América, estará disponible en 2015. ¿Cómo conseguirlos?
Uno de los encuentros más curiosos en Rusia fue con Iván, descendiente de familia cosaca, una gente brava y aventurera con la que no pudo acabar el régimen soviético. Iván añadió al manillar de mi bicicleta una medalla cosaca para que no le olvidara. De ese manillar cuelgan amuletos y recuerdos que me regalan amigos del viaje, como Iván, aunque la mayoría no duran mucho pues yo los regalo a su vez, y en ocasiones me los quitan. Sin embargo hay alguna excepción, como la maltrecha bruja Maripili que ya sin escoba, tuerta y coja, ha sobrevivido a este último duro año para ver Japón.
Pero el recuerdo más veterano es una moneda de cinco yen, símbolo japonés para reflejar una amistad sin barreras, que milagrosamente ha viajado desde Cape Town hasta aquí. Kim me la regaló deseándome suerte, allá por abril del 2007, y yo lo dije bromeando, 'te la devuelvo en Japón'. Lo que no podía imaginar es que aquí viviría la terrible experiencia de un terremoto de 9 puntos en la escala Ritcher...
Ya en el ferry, rumbo al país del sol naciente, miro mi bici, el manillar y la moneda de Kim. Es diciembre de 2010, la vida a veces permite que ocurran cosas bonitas.
Si te gustan estos relatos, unviajedecuento tiene a tu disposición dos libros, África y Asia. El tercero, sobre América, estará disponible en 2015. ¿Cómo conseguirlos?